La imagen personal por mucho tiempo ha sido considerada como un parámetro de medición de la sociedad, en donde ésta es dada a partir de tus rasgos físicos, tu color de piel, tu estatura, tu forma de vestir, de comportarte y hasta de tu forma de vivir; como rasgos distintivos de tu personalidad.
La imagen personal ha influido en todo momento en la sociedad, de ahí ha sido muy mencionada la frase “Cómo te ven te tratan”, siento este un estereotipo social, que si no te pareces a tal o cual personaje público, generalmente de la farándula, estás fuera de los parámetros aceptados por la sociedad.
Es por cumplir con estos parámetros sociales que personas sanas, llegan a contraer enfermedades de anorexia o bulimia por buscar estar al último grito de la moda, de una moda, que deja atrás la salud y el bienestar por una imagen aceptada como bella, una imagen que es de revista, de pasarela, una imagen que es difícil de sostener aún para las personas que las portan, mucho más compleja para las personas de a pie (comunes).
La imagen propia que hoy te proponemos en una imagen que sea agradable a tus ojos cuando te mires en el espejo, con el cabello arreglado a tu gusto, con un vestuario que te haga sentir cómoda, aunque no sea la tendencia de moda, eso sí, aceptando tu cuerpo como es, cambiando lo que pueda cambiar y aceptando lo que no, esa sí es una imagen saludable de ti.
Cuando hablamos de partes de tu imagen que no puedes cambiar nos referimos por ejemplo a tu estatura, a tu color de piel, al tamaño de tus ojos, tus orejas o pantorrillas, eso, que es difícil o imposible cambiar.
Lo que puedes cambiar de tu imagen es tu peso, esos gorditos alrededor de tu cintura, tu arreglo personal como el maquillaje, peinado, estilo de vestir, puedes asesorarte con algún especialista o ver tutoriales de Internet en donde puedas aprender.
Cuando una persona tiene una imagen personal sana a sus ojos, a partir de gustarse en el espejo, no necesariamente cumpliendo estereotipos de la televisión, sino de un cuerpo saludable, armónico, es portadora de una sana autoestima, cuando tú te aceptes como eres, en tu imagen sana, aunque no te encanten tus ojos o tu estatura, estarás un paso adelante para sanar tu autoestima.
El hecho que te gustes a ti misma, aunque no seas perfecta, es un signo de buena autoestima. La autoestima se desarrolla en tu vida desde el principio, en tus primeros años, desde tu temprana infancia, y es promovida por los adultos que están a tu alrededor, más la buena noticia es que al no nacer con ella y al ser cambiante se puede fortalecer a lo largo de la vida.
Puede ser que hoy tengas una imagen deteriorad de ti, pues quizás en tu casa o en la escuela te decían gorda o flaca o fea, que se yo, más hoy tu eres una persona adulta que puede hacerse cargo de su vida y de su bienestar.
No existe una edad definida para sanar tu autoestima a partir de aceptar tu imagen personal, cuando tu estas contenta con tu imagen, es muy probable que puedas aceptarte con amor, si tu imagen es poco de tu agrado, puedes cambiar eso que no te gusta tanto.
Así seas una mujer adulta mayor y si es tu propósito, puedes sanarla por medio de cursos y talleres de autoestima, con la lectura de libros de inteligencia emocional y superación personal y veras que tu vida fluirá como tu mirada en el espejo, con amor hacia ti y hacia tu imagen.
Hoy la invitación es que ames esa imagen que tienes, si algunas partes no te gustan, cámbialas, si no está en tu mano cambiarlas o no quieres asumir el riesgo y el trabajo de hacerlo, aceptarlas con cariño te ayudará a dejar el enojo en tu mirada cuando te veas en el espejo y a amarte sinceramente.
Yesenia Rojo Martínez






