¿Cómo son las personas violentas?

Cualquier comportamiento explícito o simbólico que cause o pueda causar daño,  es agresivo. En la relaciones interpersonales existen diferentes tipos de violencia

¿Qué caracteriza a una persona que usa la violencia?

Las personas que utilizan la violencia contra sus seres queridos se caracterizan con mayor frecuencia por las siguientes características:

Identidad masculina basada en la dominación y los intentos de subordinar a los demás. Las creencias sobre la aceptación y el reconocimiento como un hombre que disfruta del proceso de percepción y evaluación de uno mismo y de los demás. Para las personas violentas es extremadamente importante que nadie tenga ninguna duda de que su comportamiento es absolutamente «masculino».

El alto nivel de masculinidad está determinado por la elección de los siguientes términos para describirse a sí mismo: agresivo, ambicioso, pendenciero, asertivo, exigente, dominante, fuerte, impaciente, terco, franco, implacable, seguro de sí mismo, iniciativa

En esa percepción ellos encuentran que la falta de masculinidad es: ignorar todo lo anterior y que ser sutil, educado, gentil, modesto, paciente, complaciente, moderado, sensible, tímido, bondadoso, sumiso, tímido, confiado y natural es muestra de poca hombría.

El dominio del mundo femenino muestra situaciones en que las mujeres violentas manifiestan claramente sus «rasgos masculinos» y en ocasiones «compiten» por tenerlas y más aun violentar a su mismo género; las consignas: «No debes rendirte», «¿Qué pasa, soy una tonta? «,» ¿Cuánto tiempo puedo esperar? «,» Solo la describí, no fue insulto y ella llora de inmediato “tienes que recordar quién manda aquí”, etc.

La relación de autoridad y obediencia, profundamente arraigada con una fuerte identidad masculina, estamos acostumbradas al hecho de que, como en las estructuras sociales, también hay una jerarquía claramente definida en su hogar, tu trabajo, etc. El mundo está dividido en los que mandan y los que deben obedecer. El ejercicio del poder da una sensación de poder y fortalece las creencias sobre la corrección de las propias acciones, pero también crea una expectativa de obediencia.

Las personas violentas piensan frecuentemente “Todos deben conocer su lugar», «Ella debe saber lo que le pertenece», «Yo digo bien y ella se rebela», etc. esta fuerte creencia en tener a alguien: mi esposa, mis hijos, mi propiedad, se auto conceden la posesión automáticamente el derecho a disponer de acuerdo con las propias creencias y puntos de vista.

Si algo es mío, entonces determino cuál será su destino. Los abusadores violentos, creyendo en la propiedad de su pareja y / o hijos, no solo teniendo a su disposición diversos aspectos de su vida, «organizando» sus necesidades, deseos, emociones y comportamientos, sino también confirmando su objetividad hacia ellos mismos. Por lo tanto, a menudo en las conversaciones con personas que sufren violencia, se puede escuchar: «No tengo ningún derecho, no valgo nada, no cumplo con las expectativas, soy un inútil, no puedo decidir sobre nada», etc.

Otras característica de las personas violentas:

  • a menudo sienten que su privacidad ha sido violada
  • sienten que alguien está jugando con sus asuntos sin permiso
  • someten y se someten a reglas rígidas de «orden»
  • no toleran reglas espontáneas o no establecidas

Es extremadamente difícil para una persona violenta aceptar que puede haber otro orden o «desorden». Para ellos cuando el escenario cambia, experimenta desestabilización, provocando miedo y una sensación de amenaza. Es capaz de hacer cualquier cosa para que la situación vuelva a la «normalidad». Es decir, hará todo para volver al orden establecido por él y basado en su propio sistema de valores. Cualquier desviación o intento de cambio será tratado como insubordinación o acción en su contra.

La creencia de que la mejor manera de ganarse el respeto es evocar miedo, se toma directamente de los padres. Hasta el día de hoy, en muchas familias, incluso en las no violentas, existe la creencia de que una cierta cantidad de miedo es necesaria para que un niño muestre respeto, esta forma de pensar surge de la creencia en la naturaleza humana. Desde el principio, nos crían con un espíritu represivo. Las premisas imperantes en la cultura actual nos recuerdan que hay algo de maldad en nosotros que hay que controlar.

Con todo lo anterior debemos estar atentos para con el conocimiento sobre el comportamiento de estas personas se puede utilizar para comprender y reconocer mejor, las áreas necesarias para el cambio. La condición, es que será consistente la necesidad y el propósito, si tratamos de contrarrestar la violencia doméstica en varios frentes. Ya que es semillero de la violencia callejera, escolar, otras formas de explotación de otra persona. Al final no son más que un cambio de escenario o territorio en el que se repite lo que efectivamente se esconde en las cuatro paredes del hogar familiar.

Deja una respuesta

Your email address will not be published.

You may use these <abbr title="HyperText Markup Language">html</abbr> tags and attributes: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <s> <strike> <strong>

*

Social media & sharing icons powered by UltimatelySocial
Facebook20
Instagram20
Pinterest20
fb-share-icon
WhatsApp20